Invierno: la diversión y la movilidad a pie se hacen perezosas, incluso en una ciudad como la nuestra, nacida y desarrollada para el turismo. Por eso, cuando se acerca sutilmente el verano que es como una madre para Alicante, que te da la vida, buscamos nuevos modos de movilidad que sean también de diversión: y ya las bicicletas no resultan suficientes pues nos llevan a asociarlas, psicológicamente, con el ocio y el descanso semanal y vacaciones estivales; es aquí cuando entran en escena los nuevos vehículos de movilidad personal: célebres se han hecho los patinetes eléctricos por su potencial velocidad, sus menores dimensiones respecto a una bicicleta y su bajo precio,…pero también por la no tan correcta pericia, a veces, de sus usuarios, causando algún accidente o incidente.
Sin embargo, mi gusto no se encuentra en estos ejemplares de la movilidad personal en las urbes. Yo me fijé, y me decidí a adquirir uno casi al mismo tiempo, en otra modalidad de vehículo personal: el monociclo eléctrico: más versátil, aunque también más caro que los patinetes eléctricos suponen otra alternativa para el trasiego en la ciudad. Una ciudad que busca adaptarse a estos nuevos estilos de movilidad con carriles bici, en la acera o en la calzada, o con ciclo calles, en las que conviven coches y bicicletas. Esto en el aspecto urbanístico. En el aspecto cívico, que siempre es más delicado, avanzamos a un ritmo más mediterráneo…
Bienaventurado tú, que eres capaz de guardar ese equilibrio. Me parece a mí que ese artilugio no es para los que hace más tiempo que somos jóvenes.
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