Siempre que viene alguien a verme por primera vez a Alicante, el procedimiento es idéntico: le llevo a comer al restaurante del Gran Sol.
Está en la planta veintitantas y mis amigos al salir del ascensor, inexorablemente exclaman: Joder !!!
Es preceptivo soltar el taco porque la vista es excepcional.
Todo, todo Alicante a tus pies y no sabes hacia dónde mirar: la bahía, el castillo, San Nicolás… el puerto o la propia ciudad !!! Una pasada de restaurante.
Te aconsejo que hagas tú lo mismo porque a cota cero es muy difícil que tus amigos sean capaces de valorar lo hermosa que es Alicante.
