La historia urbana del Alicante de 1960, destaca por la construcción de edificios de gran altura.
Tres: Meliá, Riscal, y Gran Sol, constituyeron excepciones a las ordenanzas vigentes. Se iniciaron a comienzos de 1960, aunque su construcción se alargó hasta primeros de 1970.
El alcalde Agatángelo Soler afirmaba en 1968, que lentos y detallados estudios eran incompatibles con la explosión de vitalidad, que Alicante no podía desaprovechar. Había que facilitar, construir y adelantarse a la invasión del turismo.
El Ayuntamiento aprobó el proyecto del Meliá, sobre terrenos ganados al mar, invocando su interés público y proyección turística. Ubicado en área portuaria, no sometido a competencia municipal, los criterios que se aplicaron fueron idénticos que emplazado en el centro.
Gran Sol y Riscal fueron construidos sobre solares municipales subastados, obtenidos mediante expropiación.
El Ayuntamiento aprobó en 1961 la construcción del Gran Sol, de 23 alturas, considerándolo “edificio especialmente adecuado para servicio al turista internacional”. Agatángelo Soler aseguró que sería el orgullo de Alicante y los alicantinos.
Las obras del Riscal iniciaron en 1964, la Audiencia las suspendió, y solamente a finales de 1971 Urbanismo aprobó que continuasen, apelando su utilidad pública por interés turístico.
Estos emblemáticos edificios aún marcan el paisaje urbano de nuestra ciudad.
