Nuestro querido amigo Nacho Viché, en su post del 26 de abril, nos preguntaba si el teletrabajo ha venido para quedarse. Al respecto me gustaría comentar brevemente mi opinión.

La cultura laboral tradicional está basada en el presencialismo y en el cumplimiento del horario, cuando lo realmente importante es el rendimiento en el trabajo. Se puede estar y no estar realmente trabajando. Para que el teletrabajo prospere, debe cambiarse esa mentalidad.

Por otro lado, el teletrabajo, como todo, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Sin embargo, pienso que las ventajas son superiores a los inconvenientes, pues estos últimos son fácilmente superables.

Un error muy común que suele cometerse es ver la opción del teletrabajo como un todo o nada. Por eso considero importante encontrar un punto intermedio entre el trabajo presencial y el teletrabajo para poder conseguir las ventajas de ambos.

Pero ¿Cuáles son las principales ventajas de cada uno?

Teletrabajo

• Se reducen costes en desplazamientos, inmuebles, energía …
• Se integra mejor la vida personal y la vida laboral. Permite la flexibilidad de horarios. Se puede atender a la familia, desarrollar aficiones, etc.
• Pueden colaborar en la empresa trabajadores de todo el mundo.

Trabajo en la oficina

• Se logra una sensación de comunidad.
• Se tiene un mayor compromiso a la hora de tomar decisiones y para resolver situaciones complicadas.
• Se comparten los objetivos con otros compañeros.