hay una escultura en Alicante que cada vez que la miro me hace sonreír, a lo mejor a ti te pasa lo mismo.
Reconozco que la sonrisa es el gesto más grato, expresivo y universal de cuantos existen. La sonrisa embellece y favorece la comunicación (Luis Carlos Bellido, en su ensayo Aprender a sonreír)
El aislamiento puede producir tristeza y, por ende, dificultades en la comunicación. Es bueno sonreír, y no porque estamos contentos sino que estamos contentos porque sonreímos.
Sonreír cuando no se tiene ganas, cuando uno se encuentra contrariado, es un acto que manifiesta una talla moral poco común.
Una sonrisa genera otra, es un reclamo que llama al acercamiento, a la amistad. Raramente deja indiferente.
Nunca faltan ocasiones para sonreír. Las muestras de amor, la amistad, los saludos, los éxitos propios y ajenos, la satisfacción del trabajo bien hecho, la reconciliación, la contemplación, …, son siempre motivos de alegría.
La sonrisa es un don, un arte que se aprende con la práctica. Cuando uno sonríe con autenticidad, saca de sí lo mejor. La belleza de la sonrisa tiene mucho que ver con la aceptación de uno mismo. Dice la sabiduría popular que la sonrisa es el espejo del alma.
Tengo la impresión de que andamos tan acelerados, que ni siquiera tenemos tiempo para mirarnos unos a otros y sonreírnos.
Teresa de Calcuta
muy bueno!
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