Estos días estoy recibiendo bastantes vídeos cortos, de esos que son siempre reenviados. Como docente me han llamado la atención unos que nos agradecen la labor educativa que seguimos realizando on-line con nuestros alumnos. En cambio, pienso que esa felicitación habría que hacérsela a los padres por muy variadas razones. Nombro unas cuantas.
En primer lugar porque la continua convivencia es una escuela de dar buen ejemplo.
Porque todos hemos visto reducidas nuestras necesidades a lo imprescindible y ¡no ha pasado nada! de ese modo han aprendido a vivir sobriamente.
Porque en muchos hogares se ha fomentado la lectura como modo de aprovechar el tiempo, y esperemos que perdure.
Porque ahora valoran más a sus amistades al no tenerlos físicamente al lado. Y han aprendido que la familia es un proyecto de todos y no un hotel: en casa todo el mundo arrima el hombro.
También han aprendido padres e hijos a tener más paciencia, porque son inevitables los roces al estar casi todo el día entre cuatro paredes.
Por tanto, gracias padres y madres porque habéis enseñado mucho más a vuestros hijos: les habéis enseñado algo que les va a servir para su vida: saber afrontar las dificultades con alegría.