(Pidiéndole prestado el título a Erich Fromm)

La Directora de Marketing, de Coca-Cola España, opina que la felicidad, una vez cubiertas las necesidades básicas, no depende del poder adquisitivo. Ya se sabe que es la bebida de la chispa de la felicidad.

En nuestra ciudad, cerca de la Plaza de la División Azul, hay un grafiti en él que se puede leer:

“Con el dinero podrás comprar una cama pero no un sueño; una casa pero no un hogar; sexo pero no amor; libros pero no inteligencia; medicamentos pero no salud; relojes pero no el tiempo; diversión pero no felicidad.” [Al final del artículo hay una foto del grafiti]

Alude a lo que no podemos adquirir con dinero, y me parece que tampoco sin una dimensión, la espiritual, que nos acompaña desde que llegamos a este mundo.

El esfuerzo material se aprende normalmente gracias al padre y a amar gracias a la madre. Así es como crecemos. Y cuando nos dejan, llega el momento de tomar el relevo y transmitir ambos a nuestros hijos.

Porque, y a modo de epílogo, en la literatura religiosa se habla de la Jerusalén Celeste y la Jerusalén Terrena. Quizá no se puede conseguir la una sin la otra, o al menos sin el esfuerzo aquí abajo en aprender a amar.

P.D.: Sí, el título de este artículo es idéntico al de la gran obra escrita de Erich Fromm, las coincidencias no existen.