Alicante disfruta de plazas y jardines de gran belleza: Ayuntamiento, Balmis, El Carmen, Chapí, De los Luceros, España, Gabriel Miró, Montañeta, Navarro Rodrigo, Nueva, Paseíto de Ramiro, Plaza del Mar, Portal de Elche, Quijano, Santa Faz, Santa Teresa, Calvo Sotelo, … Y monumentos que, con gracia y arte, armonizan con el contorno, casi todos obra de Vicente y Daniel Bañuls.
La Plaza Calvo Sotelo se comienza en 1861, y en 1895 se instala la escultura en bronce de Eleuterio Maisonnave, político republicano y liberal alicantino: Alcalde de Alicante y Ministro de Estado y Gobernación, participa en los acontecimientos revolucionarios de 1868, contribuyendo al triunfo de la república en 1873. Alicante, normalmente gobernada por liberales, ve en él un hombre “de su pensar y sentir”.
Sobre un gran pedestal pétreo del arquitecto Guardiola, adornado con cornisa, columnas y capiteles, luce un gran escudo de la ciudad, con el Toisón de Oro, y la inscripción: “Al ilustre hijo de Alicante”. El 30 de junio de 1895, se inaugura oficialmente la escultura, confiada a Vicente Bañuls, con discurso del alcalde Gadea.
Bañuls nos lega un Maisonnave altivo y solemne, un ejemplo típico del “naturalismo” de finales de siglo: gran pictorismo, realismo detallista, ropajes, accesorios,… Convirtiéndose así en el escultor oficial de la ciudad.